La capacidad para operar e interpretar los resultados de instrumentos como espectrofotómetros, HPLC, cromatógrafos de gases, etc. es fundamental.
Preparación de soluciones:
La habilidad para preparar soluciones químicas de precisión y controlar la calidad de los reactivos es esencial.
Análisis de datos:
La capacidad para analizar datos, realizar cálculos y presentar resultados de forma clara y precisa es importante.
Precisión y atención al detalle:
La capacidad para seguir protocolos estrictos, registrar datos con precisión y realizar tareas con cuidado es crucial para garantizar la calidad y la seguridad en el laboratorio.
Comunicación:
La habilidad para comunicarse eficazmente con colegas, supervisores y clientes es importante para la colaboración y la resolución de problemas.
Seguridad:
El conocimiento de las normas de seguridad en el laboratorio y la capacidad para identificar y gestionar riesgos son fundamentales para garantizar un entorno de trabajo seguro.